La historia sin fin: Bienes Personales, un nuevo impuesto azota a la Argentina


La Unión Comercial e Industrial de Mendoza, se manifiesta abiertamente en contra de las nuevas disposiciones sancionado por el Congreso de la Nación y determina una suba impositiva a través del establecimiento de nuevos mínimos no imponibles (cuyo ajuste es necesario por la excesiva inflación que padecemos) y un adicional reacomodamiento de tasas.


Esta medida por demás arbitraria, inconsulta y carente de lógica, castiga en forma desmedida a los patrimonios más altos y provoca, una vez más, que se sumen trabas adicionales al inversor privado. Estos terminan percibiendo a Argentina como imposible destino de sus inversiones, debido a la extrema presión fiscal, voracidad impositiva y falta de reglas claras a las que tienen que hacer frente. Como agregado a toda esta situación, podríamos describir la forma poco responsable y el accionar carente de altura y responsabilidad política y ciudadana, una vez más de nuestra clase política. Esto es debido a que la oposición, con inasistencias y maniobras poco claras, permitieron el avance del proyecto oficialista. 


El proyecto ya aprobado evitará que 131.000 personas sigan pagando el impuesto, pero a la vez, incrementa la presión impositiva hasta un 56% a otras 15.000 personas. 


El mínimo no imponible a partir del cual se paga el impuesto pasa de los actuales $2 a $6 millones. Además, para la «casa-habitación» en la que vive el contribuyente, el tope para quedar exceptuada pasa de los $18 millones actuales a $30 millones. 

Desde el Ministerio de Economía, indicaron que, con los cambios, 131.000 contribuyentes dejarán de pagar Bienes Personales. Sin embargo, el mes pasado, la Oficina de Presupuesto del Congreso informó que la suba del mínimo de $2 a $6 millones liberaría del pago del impuesto a 445.000 personas. Actualmente tributan alrededor de 1 millón. 


Con los cambios aprobados, quienes tienen un patrimonio por encima del mínimo no imponible de entre 0 y 3 millones de pesos pagarán una alícuota del 0,5%. Quienes tengan un excedente de entre $3 millones y $6,5 millones deberán pagar el 0,75%. Con un excedente de entre $6,5 y $18 millones, el impuesto es de 1%. Y con un extra de entre $18 y $100 millones se paga el 1,25%. 

El efecto final será la suba de la carga tributaria para el Capital Inversor. El proyecto recientemente sancionado acotará la pérdida de recaudación por la suba del mínimo no imponible con el aumento de la alícuota para los contribuyentes de mayor patrimonio. 


Así, la alícuota para los patrimonios que superan los $100 millones, que son alrededor de 15.000, según informó la cartera que dirige Martín Guzmán, pagarán 1,5% en vez de 1,25%. Además, la alícuota se extiende a 1,75% para patrimonios mayores a $300 millones. Además, el proyecto retoma la alícuota adicional de 2,25% para los bienes en el exterior que se había establecido cuando asumió Alberto Fernández. Ese adicional estaría vigente por dos años y luego, se volvería al nivel precedente. 

Para algunos tributaristas, este sobrecargo es inconstitucional. César Litvin hizo una estimación acerca de cómo queda la carga tributaria con la nueva ley.


Según detalla, los contribuyentes que tengan bienes en el país por hasta $6 millones pasarán de pagar $23.963 a $975, un 96% menos. Se considera que pagan aun llegando a $6 millones -el nuevo mínimo no imponible- porque el impuesto calcula un 5% adicional a lo declarado para incluir los objetos y bienes muebles que hay en la casa. Un contribuyente con bienes hasta $20 millones en el país y $4,5 millones en el exterior con el nuevo proyecto paga $227.500, $2.500 más que hoy, un adicional de 1%. 


Pero el peso del impuesto salta cuando se toman patrimonios más altos. Con bienes de $20 millones en el país y el mismo monto en el exterior, se pagarían ahora $576.250, un 38% más que con la ley actual.

Con $120.000 millones aquí y en el exterior se deberían tributar $4.181.250, un 40% más. Con $450 millones se pasa a tributar $13.132.000, un 48% más. Y con mil millones de pesos de patrimonio aquí y en el exterior se pagarían $39.701.250, un 56% más que hoy.


«Esto representa un impuestazo para los que están en estos escalones», sostuvo Litvin. «Esto sube la presión fiscal y busca espantar a quienes tienen capacidad de invertir en Argentina». 
Permanentemente remarcamos la voracidad fiscal sin límites y el avance del actual Gobierno Nacional sobre el sector privado y su marcado sesgo anti-empresario y expulsador de inversiones, en sintonía con importantes referentes del empresariado privado. 


Estas medidas no van a hacer más que seguir mellando la iniciativa privada. 

De cara a un nuevo año, hay situaciones que distan mucho de revertirse y más que nunca debemos manifestarnos de la forma que sea para incidir en todas las esferas de decisión sobre estos aspectos cruciales, inherentes al correcto funcionamiento de la Economía en su conjunto y que revisten una complejidad y una gravedad de la no podemos permanecer ajenos  

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