Tropezamos con la misma piedra

Hoy lunes, nos despertamos con la noticia de que el gobierno nacional tomó la medida de cerrar las exportaciones de harina de aceite, de soja y se espera la suba de retenciones. Además YPF también tomó la medida de aumentar el precio del combustible, entre otros problemas energéticos que estamos sufriendo..
Sin dudas ninguna de ellas es una buena noticia ni para los ciudadanos ni para los empresarios.

De más está decir que esta decisión cae en un mal momento. Estamos saliendo de una pandemia que alteró el ritmo de vida y el productivo por casi dos años; recién podemos decir que las negociaciones con el FMI están encaminadas (con todas las consecuencias que esto tendrá en nuestra economía); estamos tratando de reactivarnos, tratando de alcanzar los niveles pre pandemia y como si esto fuera poco, estamos atravesando una guerra que en este mundo globalizado involucra y termina impactando a todas las economías.

En todas las oportunidades que se presentan, UCIM ha insistido que uno de los caminos que nos permitirá crecer y afrontar este nuevo camino que debemos enfrentar se encuentra, como prioritario, el desarrollo del Comercio Exterior, es decir, dinamizar nuestras exportaciones y abrir las importaciones. Revitalizar nuestras actividades comerciales, industriales y de servicios dependerá en gran medida de la capacidad que tengamos de exportar.

Hoy hemos dado un gran paso atrás. Nuevamente.  Y nos preguntamos, cuántos pasos regresivos, cuantas medidas equivocadas que siguen debilitando a las actividades productivas y cercenando empleos, se han dado .

El nuevo conflicto con el campo generará menor liquidación de divisas y más nervios en un contexto de incertidumbre global. Economistas y tributaristas afirman que la ganancia fiscal de corto plazo será compensada por un menor incentivo a la producción, sin un beneficio nítido sobre los precios internos, con bastante tino, según nuestra mirada (https://www.infobae.com/economia/2022/03/14/advierten-que-el-nuevo-conflicto-con-el-campo-generara-menor-liquidacion-de-divisas-y-mas-nervios-en-un-contexto-de-incertidumbre-global/)

Una vez más nuestras autoridades toman el camino equivocado decidiendo encerrarnos, esta vez, desde la economía y perdiendo la excelente oportunidad de abastecer a un mundo convulsionado por la guerra.

Por supuesto que estas medidas  van a repercutir en la generación de empleos y en el funcionamiento de las pymes.

Acabamos de esperanzarnos por el acuerdo con el FMI y que al parecer la clase política se encolumna (parcialmente) por un objetivo común, convencidos de que podríamos empezar a hacer las cosas bien.

Pero una vez más la realidad argentina nos muestra que  va a llevarnos mucho más tiempo. Que falta mucho para llegar a tener el país entusiasta y productivo que necesitamos.

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